La última elección presidencial realizada en Paraguay en
abril de este año, fue un éxito de la
democracia, según Renate Weber, jefa de la misión de observadores de la
Unión Europea, quienes acompañaron dicho evento, porque “los comicios tuvieron
una de las más altas participaciones en la historia democrática del país; sin
embargo, destacó ciertas violaciones de la legislación electoral”.
La señora Weber creo, no vio las noticias previas a las
elecciones donde filmaron al senador del Partido Colorado Silvio Beto Ovelar,
negociando un “trato apu’a” (acuerdo redondo), en Coronel Oviedo, interior del
país, comprando votos en un asentamiento por 100 mil guaraníes (unos R$ 50,00
aproximadamente) cada uno, para que voten por su “líder” y también eran
reconocidos votos nulos. Ovelar solamente exigía las cédulas de las personas y,
que éstes se entinten el dedo indicador. En Paraguay, como en muchos países de
Latinoamérica, la acción del voto conlleva el entinte del dedo índice. Por
tanto, al mancharlo con antelación, se tiene la garantía de que esa persona no
votará.
Este tipo de acontecimiento en fechas electorales se pasan
como normales en el Paraguay, bien lo mostraba el documental “ Dios bendiga al Paraguay” que fue
filmada durante las elecciones del 2008 y que mostraba al “rojo vivo” la compra
de cédulas en un puesto comando de uno de los partidos tradicionales en algún
lugar de la periferia asuncena.
Estas elecciones de 2013 también fueron históricas porque
por primera vez se vio la participación de los paraguayos residentes en el
exterior, con mezas habilitadas en Argentina, España y Estados Unidos.
Coincidentemente los paraguayos residentes en otros países con números
importantes no fueron llevados en consideración, ejemplo claro de eso fue el
Brasil, que concentra millares de ciudadanos “guaranís” en diversas ciudades de
este país y con mayor concentración en São Paulo.
En dicha ciudad las movilizaciones fueron intensas para
la concientización compatriotas y de nuestros familiares en Paraguay, con la
campaña “una llamada vale un voto” que a través de la Asociación Japayke se trabajó en sintonía junto con las diversas
organizaciones de paraguayos por el mundo.
Japayke fue
protagonista de algunos seminarios antes y después del referéndum que dio el “sí”
a los paraguayos residentes en el extranjero. Movilizamos instituciones
paraguayas como el Tribunal Electoral, Ministerio de Repatriación y otros
órganos para que se garantice el derecho al voto de todos los “paraguayos de
afuera” conquistado el 09 de octubre de 2011, con el apoyo de diversas
organizaciones sociales, centrales sindicales y algunos partidos progresistas
del Brasil, que de cualquier manera no ayudó.
Todo no sirvió de mucho, porque tal vez, los paraguayos
que estamos en Brasil no hacemos parte de los intereses estratégicos de los
partidos tradicionales del Paraguay y por eso nos negaron este derecho
constitucional conquistado después de muchas batallas y añorados por otros
soñadores que sacrificaron su vida por este simbólico hecho, pero, y no quedará
impugne hasta participar del lugar en que estemos por la construcción de un
país más justo e igualitario, porque los verdaderos paraguayos aprendimos que
no muere quien pelea.
Nuevo Rumbo
El centenario y conservador partido Colorado salió
victorioso de las elecciones presidenciales de la mano de Horácio Cartes, un
empresario exitoso actualmente y de obscuras procedencias, quien asumió el
pasado 15 de agosto en un ambiente de fiesta, ya que los colorados vuelven al
poder después de 5 años, porque en el 2008 perdieron después de 60 años
consecutivos en el poder, 35 de ellos a través de una dictadura militar sangrienta,
que mantuvo al Paraguay en el atraso y la obscuridad.
El mayor desafío de Cartes será el combate a la pobreza,
la corrupción, inseguridad, generación de empleos, educación y salud pública de
calidad, reforma agraria integral, contener la migración de sus compatriotas al
extranjero y repatriar a los que quieran volver, de entre otros males que
afecta al Paraguay y donde los mayores responsables de todo lo citado es nada
más que su partido, si, el partido colorado, junto a eternos cómplices que
dicen tener fé en la patria.
Ya en el ámbito internacional, el Paraguay viene
sufriendo un aislamiento por parte del MERCOSUR y UNASUR que consideraron un
“quiebre del proceso democrático” la destitución de Fernando Lugo en junio del
2012, a través de un juicio político “express”. En contra partida durante la
gestión de su sucesor Federico Franco, el Paraguay consigue una aproximación
mayor con los países de la “Alianza del Pacífico” que es formado por Chile,
Colombia, Perú y México, donde esta como observador, haciendo eco a los
intereses estadounidenses de trabajar contra la integración regional liderada
por el Brasil y reforzada por Venezuela desde un punto de vista geopolítico.
La política externa paraguaya será pragmática durante el
gobierno Cartes, un momento estará próximo al Mercosur, en otro de lado de la
Alianza para el Pacífico, siempre con la visión empresarial de disminución del
papel del estado.
Así por delante el Paraguay irá andando por el nuevo
rumbo tanto interna como externamente, de la mano de viejos conocidos y
esperamos que los resultados sean bien diferentes a lo que esperamos de ellos,
digo eso por las decepciones causadas a lo largo de nuestra historia como
nación.
*Léo Ramirez, paraguayo inmigrante, trabajador y estudiante de
Relaciones Internacionales. Miembro de la Asociación Japayke.